El Laberinto de Horta, también conocido como Laberint d’Horta, es uno de los parques más mágicos de Barcelona. Y es que no solo es uno de los parques más bonitos de la ciudad, sino que también es el jardín más antiguo y, además, es una excelente ubicación para sesiones de retrato. Su preciosa arquitectura, de estilo neoclásico, y su exuberante naturaleza lo convierten, junto al Park Güell o al Parque de la Ciutadella, en uno de los parques de visita obligatoria de Barcelona.

Historia del Laberinto de Horta
El parque del Laberinto de Horta fue construido a finales del siglo XVIII por Joan Antoni Desvalls, marqués de Llupià i Alfarràs, en una finca de la familia. El proyecto fue llevado a cabo por el arquitecto italiano Domenico Bagutti y cuenta con dos precioso jardines, uno de estilo neoclásico y otro de estilo romántico. La finca perteneció a la familia del marqués hasta los años 70, año en que pasó a ser propiedad del ayuntamiento de Barcelona. Y así, en 1971, el parque del Laberinto de Horta fue abierto al público. A continuación, en 1973, la Unión Europea concedió una subvención que permitió la restauración del parque. Desde entonces, el parque del Laberinto de Horta se convirtió en un jardín museo.

El laberinto
Si por algo es conocido el parque es por su famoso laberinto de cipreses. Y es que este es una verdadera maravilla de la jardinería. Así pues, el laberinto está formado por senderos serpenteantes que están cuidadosamente tallados en setos de ciprés. Estos setos crean un intrincado laberinto en el que los visitantes pueden perderse mientras intentan encontrar el camino hacia el centro, donde una estatua del dios griego del amor Eros aguarda. Esta estatua de mármol blanco es la recompensa por resolver el laberinto con éxito. Sin duda, el laberinto es la atracción ideal para llevar a los más pequeños de la familia.

Más Allá del Laberinto
Si bien el laberinto es la joya de la corona del jardín, el Laberinto de Horta ofrece mucho más. Desde terrazas escalonadas con vistas panorámicas de Barcelona hasta encantadores estanques y pérgolas donde descansar y relajarse. Y es que cada rincón del jardín tiene su propio encanto mágico. La villa neoclásica que se encuentra en el centro del jardín es un recordatorio de la elegancia de épocas pasadas y añade un toque de esplendor adicional a la visita.

Un oasis en medio de la ciudad
Uno de los aspectos más encantadores del Laberinto de Horta es su sensación de aislamiento y tranquilidad. Mientras paseas por sus senderos sombreados y te sumerges en la fragancia de las flores y el susurro del agua en los estanques, es fácil olvidar que uno se encuentra en la bulliciosa ciudad de Barcelona. En este aspecto, es el lugar perfecto para escapar del ajetreo y del estrés de la ciudad, y reencontrarse con la naturaleza.


Visita al Laberinto de Horta
El Laberinto de Horta es un destino imperdible en Barcelona y es accesible para todos. Las tarifas de entrada son muy reducidas (poco más de 2€ cuando lo visité), y el jardín está abierto durante todo el año (a partir de las 10am), por lo que puedes disfrutar de su belleza en cualquier estación. ¡Además, se realizan visitas guiadas al parque!